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5 RAZONES PARA NO LLEVAR OBJETOS SUELTOS



A la hora de ponerse al volante, hay que tener presente porqué es peligroso llevar objetos sueltos en los asientos, incluso cuando los objetos que se transporten sean pequeños y aparentemente inofensivos. Ya sea para emprender un viaje largo como en los trayectos cortos, tanto el equipaje como los bultos de menor tamaño deben guardarse en el maletero colocados de forma ordenada.


En el supuesto de hacer caso omiso a estas recomendaciones, la seguridad de los ocupantes se reduce considerablemente, sobre todo en caso de frenada brusca o de sufrir un siniestro. 


Si el maletero del coche no es suficiente para llevar toda la carga o por algún motivo es necesario transportar algún elemento en el habitáculo, siempre es necesario reservar un espacio para que no se mueva dentro. Aunque dejar los objetos sueltos en el interior es una práctica muy extendida, conviene tener en cuenta que pueden llegar a incrementar su peso hasta en 50 veces en caso de frenada o colisión. 


Además, para circular con una mayor tranquilidad también es posible recurrir a colocar una baca o un pequeño remolque en el vehículo, sobre todo cuando se llevan bicicletas, material de esquí u otras cosas voluminosas y pesadas. En cualquier caso, la carga siempre debe estar bien repartida y sujeta para que no se mueva durante el trayecto ni reduzca la estabilidad del coche. 




RIESGOS DE LLEVAR OBJETOS SUELTOS EN LOS ASIENTOS


1. Uno de los principales peligros que conlleva transportar objetos demasiado grandes en los asientos es la reducción del campo de visión del conductor de la parte de atrás. En el supuesto de que no sea posible ver a través de la luneta trasera es obligatorio disponer de un espejo retrovisor derecho que esté reglado correctamente, aunque para maniobrar con una mayor confianza, siempre es aconsejable tener una total visibilidad desde cualquier perspectiva. 


2. Un excesivo peso en los asientos, y además sin asegurar, influye de forma directa en el comportamiento del vehículo. Si la masa total aumenta, cualquier movimiento u operación de emergencia necesitará más tiempo y espacio para realizarse. En el caso por ejemplo de que sea necesario dar un frenazo brusco, se necesitan más metros para detener el coche que en condiciones normales sin carga o en los tramos con curvas, la dinámica del vehículo será dirigirse hacia el exterior en mayor medida.


3. Los pequeños objetos que suelen dejarse sueltos en el habitáculo suponen un enorme riesgo en caso de accidente, ya que pueden llegar a impactar en la cabeza o en otra parte del cuerpo incrementando aún más los daños por el siniestro. 


4. Otras prácticas habituales como tumbar el asiento del copiloto o quitar la bandeja trasera también constituyen un peligro durante la conducción. Tanto un caso como otro no está prohibido, pero siempre es aconsejable que la carga que se lleve en dichos espacios esté bien sujeta para evitar que salga proyectada hacia los ocupantes. 


5. En muchas ocasiones se van acumulando objetos en el interior del coche que realmente no se necesitan. Además de incrementar las probabilidades de sufrir una lesión, estos excesos también aumentan el peso del vehículo que deriva en un mayor consumo de combustible y en más distracciones para el conductor. Por ello, lo más sensato es reducir al mínimo el número de cosas en los asientos o en el suelo. 

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